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Análisis inicial

El comercio minorista

El pequeño comercio tiene una fuerte importancia en la Economía debido a su volumen de negocio y a la cantidad de empleos que genera. Sin embargo, la globalización y la entrada en el mercado de grandes empresas que ofrecen las mismas propuestas comerciales que las pequeñas está debilitando el sector del comercio minorista.

En este contexto, debemos tener en cuenta los cambios, cada vez más rápidos y acusados, en la sociedad y en la forma de consumir debido a los avances tecnológicos. Según Globalkam (2018) “el escenario de profundos cambios acelera el proceso de cierres, hasta el punto de estimar que en 2020 se habrá perdido casi la mitad del número de tiendas que había en 2005.”

Como conclusión principal del análisis inicial sobre la situación actual del comercio minorista nos encontramos con la existencia de una fase de reestructuración que da lugar a la creciente complejidad para la supervivencia del pequeño comercio.

Los principales cambios que están teniendo lugar dentro del sector son:

  • Nuevos hábitos de los consumidores (interacción omnicanal, búsqueda de mayor diversidad de oferta, personalización, mayor rapidez del servicio).
  • Creciente oferta y demanda online en todos los sectores de consumo.
  • Mayor concentración del mercado en unos pocos grandes retailers.
  • Aumento en el cierre de las pequeñas empresas y microempresas.
  • Mayor poder de los proveedores, que están prescindiendo en muchas ocasiones del pequeño intermediario.

Ante esta situación, cualquier empresa que quiera ser rentable en el largo plazo debe disponer de una ventaja competitiva sostenible en el tiempo. Esto obliga a comerciantes a estar en alerta constantemente, replantear sus estrategias y adaptarse a los cambios.

Para encontrar esa ventaja competitiva, los comercios deben destacar de su competencia en algún atributo (habitualmente se trata de una combinación de varios factores), que sea percibido y valorado por sus clientes.

Los atributos diferenciales de las empresas suelen ser:

  • Calidad
  • Innovación
  • Diseño
  • Know how o «saber hacer»
  • Servicio
  • Distribución
  • Imagen de marca

Una vez la empresa tiene definida cuál es su ventaja competitiva, debe recurrir al marketing para comunicar al cliente el valor diferencial de estos atributos. Así, un pequeño negocio puede competir con grandes empresas si va más allá de ofrecer calidad y variedad y ofrece experiencia.